Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial

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Sueño y Bruxismo en Niños

El sueño desempeña un rol importante en la función cerebral ya que colabora en la regulación de nuestro sistema nervioso, inmunológico, hormonal (hormona del crecimiento) y cardiovascular.

El sueño también está involucrado en la consolidación de la memoria, en eliminar recuerdos innecesarios, incluso en mantener nuestro sistema libre de toxinas.

Cualquier situación que pueda alterar el sueño y que, a su vez, se mantenga en el tiempo, traerá como consecuencia la pérdida de las funciones nombradas anteriormente.

Una de las consultas frecuentes por parte de los padres hace referencia al rechinamiento de los dientes de su hijo durante el sueño.

¿Por qué mi hijo está apretando los dientes mientras duerme?

¿Hasta qué edad es normal que aprieten y hagan sonar los dientes?

¿Será importante consultar si los dientes son de leche?

Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer como padres y la verdad es que antiguamente se pensaba que era parte del crecimiento, el que los niños apretaran sus dientes alrededor de los 6 años de edad, sin embargo, hoy esta teoría está obsoleta, NO es normal “bruxar” durante el sueño y a ninguna edad. Por otro lado, el preservar en buenas condiciones los dientes temporales o de leche, cobra relevancia en la llegada de nuestros dientes definitivos.

El bruxismo que se presenta durante el sueño (BS), es considerado un trastorno del sueño, donde existe actividad muscular masticatoria mientras el niño duerme y de manera repetitiva.

Existen diferentes factores de riesgo asociados a la presencia de bruxismo de sueño (BS) en niños:

Fármacos: Por ejemplo, se ha visto que, en niños con diagnóstico de TDAH asociado al consumo de metilfenidato o anfetaminas, existe un aumento significativo en la probabilidad de presentar BS. En este caso se trabaja en conjunto con los padres entendiendo que el medicamento es importante para tratar su trastorno.
Fumador pasivo: Niños expuestos al humo del cigarro.
Apnea obstructiva del sueño: Cualquier factor externo o interno que interfiera con la permeabilidad de la vía aérea, puede llevar a los niños a presentar BS. Por ejemplo: rinitis alérgicas, sinusitis, hipertrofia de amígdalas y adenoides, alteraciones anatómicas del cráneo. Estos niños tienen un dormir inquieto, transpiran, roncan y pueden levantarse varias veces durante la noche al baño.
Calidad del sueño: Cuando duermen menos de 8 horas, en una habitación con luz, ruido, pantallas o duermen en la misma cama con los papás, aumenta la probabilidad de presentar BS.
Dieta: el consumo de azúcar se asocia a la presencia de bruxismo de sueño (BS) en niños.

Recomendaciones para un buen dormir:

Prepara una rutina adecuada para dormir y despertar.
Acueste al niño temprano, no espere a que esté irritable o cansado.
Evite el uso de dispositivos electrónicos por lo menos 2 horas antes de acostar al niño.
Evite las comidas nocturnas. Ajuste los horarios para que el niño no se duerma con apetito ni muy satisfecho.
Evite actividades vigorosas y juegos bruscos antes de dormir.
Evite las siestas prolongadas.
No exponga a los niños al humo del cigarrillo.
Procure que duerma las horas necesarias según su edad.
En caso de presentar ronquidos, rinitis alérgica o bruxismo debe consultar con un especialista.

¿Qué es el Bruxismo?

Síntomas y Tratamiento

Hace algún tiempo, se asociaba sin mayor razonamiento los siguientes signos y síntomas al bruxismo: cansancio o fatiga mandibular, despertar con la sensación de haber estado apretando los dientes toda la noche, dolor facial, dolor de cabeza, ruido en la articulación al abrir o cerrar la boca o simplemente veían sus dientes con algún grado de desgaste. Lo más probable es que estos síntomas sean provocados por algún tipo de trastorno temporomandibular y no precisamente por bruxismo; requiriendo, por lo tanto, otro tipo de manejo.

Los especialistas en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial (especialidad de la odontología), ven a diario pacientes que consultan por presentar algunos de estos síntomas. Al indagar en su historia clínica muchos comentan presentar bruxismo y haber recibido tratamiento mediante un plano de relajación, el cual llevan años utilizando. Sin embargo y a pesar de haber presentado períodos de remisión, la sintomatología continúa.

Cuando nos vemos enfrentados a este tipo de pacientes, lo primero que realizamos es una historia exhaustiva sobre sus antecedentes, especialmente sobre sus hábitos, alimentación y rutina de sueño. Luego realizamos un examen físico funcional para finalmente, complementar con algunos exámenes. Esta información nos orientará sobre su posible diagnóstico y tratamiento.

Hay 3 puntos que debemos aclarar acerca del bruxismo:

El bruxismo por definición, es una contracción repetitiva muscular (músculos masticatorios) caracterizado por un apriete o rechinamiento dentario.
El bruxismo se puede presentar cuando estamos despiertos (bruxismo de vigilia) o mientras dormimos (bruxismo de sueño).
Para poder diagnosticar bruxismo necesitamos el reporte de un tercero, es decir, alguien nos debe haber escuchado rechinar los dientes mientras dormimos o a través de un estudio de sueño que se llama Polisomnograma.

Hoy entendemos que el bruxismo cuando se presenta durante el sueño puede ser secundario a otras causas y, contrariamente a lo que se creía, hoy podría estar cumpliendo un rol protector. Por ejemplo:

Pacientes con apneas del sueño o ronquidos al estar durmiendo: Nunca debe ser considerado normal el ronquido. Este ruido se produce cuando existe alguna dificultad para que el aire pase por los tejidos de nuestra vía aérea superior, tejidos que al estar durmiendo se encuentran relajados. El ronquido puede estar indicándonos la existencia de algún problema crónico o de algún trastorno respiratorio del sueño. En este caso el bruxismo puede tener un rol protector, ayudando a despejar la vía aérea, logrando mejorar nuestra oxigenación.
Pacientes con antecedentes de reflujo gastroesofágico: En este caso el bruxismo estaría estimulando la secreción salival para neutralizar la acidez. Es esta acidez la que muchas veces causa los desgastes excesivos de nuestros dientes y no necesariamente el apriete dentario. Desgaste corrosivo provocado por la acidez del reflujo gastroesofágico o por una dieta rica en sustancias que tienen mayor acidez.
Consumo de sustancias: El consumo de sustancias como el café, coca cola, mate, té, bebidas energéticas, alcohol, tabaco, se han asociado a la aparición de bruxismo de sueño, sobre todo cuanto se consumen cercano a la hora de dormir.
Consumo de ciertos medicamentos: El consumo de ciertos medicamentos tales como antidepresivos y estimulantes como el metilfenidato, se asocian a mayor riesgo de presentar bruxismo. Es importante en este punto, que si alguno de estos medicamentos son indicados por un médico, no se debe suspender su uso.

Todo esto traerá como consecuencia un mal dormir. Las personas sienten que no descansan bien y andan con sueño durante el día. Además, es normal la asociación del bruxismo con bajo rendimiento y déficit neurocognitivo sobre todo en niños, poca concentración, alteraciones del comportamiento y atención, alteración de la memoria y aumento de la tasa de accidentabilidad.

¿Tratamientos del Bruxismo?

Plano de relajación y Toxina Botulínica

Cuando se basa el tratamiento en un plano de relajación, el plano está protegiendo los dientes pero no está tratando la causa u origen del problema, esto quiere decir que seguimos apretando los dientes y por lo tanto las causas y consecuencias antes nombradas siguen estando presentes. Un plano mal indicado puede incluso agravar el cuadro del paciente.

En el caso de la toxina botulínica, la acción que tiene es provocar una parálisis transitoria en los músculos masticadores evitando la contracción de estos e impidiendo su rol protector. La mayoría de las veces se vende el “botox” como un fármaco que apunta a manejar los síntomas dolorosos del bruxismo, sin embargo, el bruxismo no duele y lo lógico, en caso de presentar dolor es pensar en algún otro trastorno temporomandibular y no en bruxismo. Nuevamente no estaríamos tratando la causa y entonces sus consecuencias siguen presentes.

Como se expone, las causas son variadas y para poder determinarlas es importante consultar con un especialista y ver en conjunto si es necesario iniciar algún plan de tratamiento, el cual debe ir enfocado a resolver el origen del problema.

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